Transporte público seguro frente al COVID

De acuerdo con las recientes publicaciones sobre políticas de movilidad y transporte emitidas por la Unión Internacional del Transporte Público, UITP, pese a la crisis del COVID-19 se está registrando un ligero aumento del uso de transporte público a nivel europeo, demostrándose lo fundamental que es el transporte público para garantizar el acceso y la continuidad de los servicios básicos.

No en vano este lento pero seguro crecimiento es fruto de los esfuerzos de los operadores y administraciones públicas y el aumento del gasto a favor de la mejorara la red, los servicios ofrecidos y al hacerse cumplir las medidas de seguridad. Esto está suponiendo que los ciudadanos estén volviendo a los autobuses, metros y trenes, permitiendo la reactivación de la actividad económica desde que se registrase la primera ola de la pandemia.

Asimismo, la UITP se hace eco igualmente del impacto negativo producido como consecuencia de mensajes equívocos de algunas administraciones o asociaciones, desaconsejando el uso del transporte público.

Distintos hallazgos científicos han demostrado que el transporte público ha tomado las medidas adecuadas para reducir los riesgos a un nivel aceptable por los usuarios, siendo hoy en día este riesgo de contagio por Covid-19 en el transporte público muy bajo. Ejemplo de esta conclusión es una investigación realizada por la Universidad de Colorado Boulder, en América del Norte, que demuestra que, según un ejercicio de modelado, el riesgo de infectarse en un metro en funcionamiento, bien ventilado y con la gente sin hablar alto, es del 0% hasta los primeros 70 minutos, siendo incluso menor para el caso de un autobús.

Pero no solo los operadores y administraciones públicas en el ámbito del transporte urbano han realizado grandes esfuerzos para asegurar la seguridad y proteger los viajeros del virus. Los fabricantes de aeronaves Boeing, Airbus y Embraer han realizado investigaciones exhaustivas para comprobar la seguridad en las cabinas de los aviones en tiempos de Covid-19. El resultado de las simulaciones es que gracias al flujo de aire desde el techo hasta el suelo, y gracias a los filtros de aire de partículas de alta eficiencia, el riesgo de contagio durante el vuelo con pasajeros sentados en asientos contiguos es menor que en un edifico normal manteniendo distancias de entre 1,8 y 2 metros. El Departamento de Defensa de los EEUU ha concluido después de seis meses de simulacros que un pasajero tendría que volar durante 54 horas junto con un pasajero infectado para contagiarse; el riesgo de contagiarse durante un vuelo se quedaría en 0,0003%.