La movilidad urbana sostenible en el Foro Urbano de España

El mundo se hace cada vez más urbano y los habitantes se desplazan más profusamente, tanto en el interior de las áreas metropolitanas como entre estas, de ahí que el reto de la movilidad urbana es uno de los más complejos a los que se enfrenta la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada, afectando a varios de sus Ejes estratégicos.

En ese contexto, y desde una perspectiva que va más allá que la movilidad, arranca el Foro Urbano de España, organizado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con la colaboración de ONU Habitat, National Urban Forum y Octubre Urbano. Concebido como el espacio abierto y permanente más importante del país sobre desarrollo urbano sostenible, este Foro busca promover el intercambio y la participación, hacia un desarrollo urbano estratégico, sostenible e integrado en España.

El Foro constituye una gran plataforma multinivel de participación para todos los actores y agentes relevantes en los temas de desarrollo urbano en España, incluidos los diferentes niveles y ámbitos sectoriales de gobierno, así como los actores de la sociedad civil, para compartir, proponer e intercambiar ideas y buenas prácticas sobre urbanización sostenible.

El Foro se ha centrado en 4 áreas temáticas prioritarias:

• Transición Ecológica y Modelo de Ciudad
• Territorio, Ciudad y Salud
• Equidad y Cohesión Social
• Transición Digital e Innovación

Dentro de estos ejes se han explica, durante las ponencias asociadas a movilidad urbana y su integración en las políticas de diseño urbano

El excesivo uso del vehículo privado genera numerosos problemas a los habitantes de las ciudades sobre todo, pero también al conjunto del planeta. Estas externalidades son, por ejemplo:

• Problemas de sostenibilidad: las ciudades, debido en gran parte al tráfico rodado se han convertido en grandes focos de emisión de contaminantes. En Europa, el 40% de todas las emisiones de CO2 provenientes del modo carretera se concentra en las ciudades. Además, el 70% de las partículas contaminantes se emiten en las ciudades europeas, lo que genera grandes problemas de salud a los habitantes de entornos urbanos. Y no se nos debe olvidar el ruido y sus efectos negativos sobre la salud de los vecinos, como otra de los impactos negativos de la movilidad insostenible.
• Congestión y coste económico: se deriva de la mayor densidad, aumento de interacciones y mayor demanda de transporte. En Europa, la congestión en las áreas urbanas significa un coste económico de 100.000 M€, o un 1% del PIB de la región.
• Problemas de convivencia: derivados de un uso del espacio público injusto con el peatón y el ciclista y que beneficia en exceso al vehículo privado. Esto se traduce en una elevada accidentalidad y una falta de espacios amables y libre de amenazas para el ciudadano.

Con la crisis sanitaria hemos aprendido indudablemente a ser un poco más resilientes. Aquello que nos pilló por sorpresa nos debe servir ahora para hacer el ejercicio de pensar frente a qué debemos estar preparados y cómo vamos a conseguirlo. Debemos diseñar los servicios de movilidad pensando en que deben estar preparados para cambios disruptivos aún por llegar y ser flexibles para responder a la mayor brevedad a estos impactos negativos, ya sean climatológicos, económicos o de otra índole.

Resulta necesario saber manejar estas incertidumbres e impactos producidos por las crisis, ya que estas pueden aumentar en los próximos años. Existen evidencias de que los eventos meteorológicos extremos están aumentando y que pueden colapsar, si no estamos preparados, los sistemas de transporte.

Y de estos aspectos, así como de la oportunidad que representan los fondos europeos del Plan de Recuperación, se ha hablado mucho en el Foro.