El Sistema Nacional de Movilidad en la futura Ley de Movilidad Sostenible

La futura Ley de Movilidad Sostenible incluirá la creación de un Sistema Nacional de Movilidad inspirado en otros sistemas nacionales ya existentes, como el de Salud o Protección Civil, para reforzar la cooperación entre las distintas administraciones.

La Ley de Movilidad Sostenible también establecerá, dentro del ámbito urbano, una jerarquía de medios de movilidad, fomentará la movilidad activa y las políticas inclusivas para personas con diversidad funcional, incluirá la perspectiva de género y de no discriminación y un plan de impulso a la bicicleta. El anteproyecto de la citada Ley se llevará al Consejo de Ministros en las próximas semanas.

La ministra Raquel Sánchez ha pedido a los distintos grupos políticos consenso y empatía con los ciudadanos para poder garantizar su derecho a la movilidad y a la vivienda y afirma que se deben diseñar ciudades donde asumamos que las calles no son espacios reservados a los automóviles sino lugares de encuentro de las personas que las habitan.

Ha añadido que, con respecto a las ciudades, en el pasado se han gestionado las infraestructuras dando prioridad a la circulación y a los aparcamientos orillando servicios y equipamientos de proximidad y se ha menospreciado el transporte colectivo. Esto ha contribuido a destruir el espacio público en el que se construyen las relaciones que crean la convivencia. En este sentido, es más necesario que nunca repensar nuestras ciudades y que dicha reformulación pasa esencialmente por la rehabilitación y por una movilidad sostenible, dos objetivos prioritarios para el Ministerio.

Mediante el Plan de choque de movilidad sostenible segura y conectada en entornos urbanos y metropolitanos (Componente 1 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España) se destinarán más de 6.500 millones de euros de los fondos europeos para impulsar la descarbonización de la movilidad urbana creando zonas de bajas emisiones, fomentando la movilidad activa, promover un cambio modal hacia el ferrocarril y, como resultado, mejorar la calidad del aire y la propia calidad de vida en las ciudades.