Los efectos de la gratuidad del transporte público

La planificación del transporte es compleja y requiere un enfoque amplio con multitud de puntos de vista. Dicha política puede por su propia definición ayudar sustancialmente en aspectos como la reducción de la huella de carbono, pero mal planificada puede al mismo tiempo aumentar las desigualdades sociales.

En el pasado mes de abril la UITP publicó un informe sobre el efecto de la gratuidad en el transporte público. El documento incluye la evaluación de casos prácticos en Europa y recomendaciones para abordar la implantación de esquemas similares y sustanciales rebajas de tarifa en ciudades europeas.

La UITP concluye que la gratuidad del transporte público, a diferencia de lo que puede presuponerse, no deriva en beneficios sociales. Además del negativo impacto en las cuentas de los operadores, puede generar problemas de falta de equidad y no está demostrado que suponga un cambio modal hacia el transporte público.

Los resultados del análisis de casos prácticos como el de Tallín (Estonia), Grenoble (Francia), o Dunquerque (Francia), y las conclusiones antes mencionadas han motivado las siguientes recomendaciones de la UITP para las administraciones y autoridades de transporte público que se planteen medidas de reducción sustancial de la tarifa o gratuidad de servicios:

• Puede haber alternativas más eficaces para lograr los objetivos de cambio modal. La combinación de medidas pull y push está demostrado ser lo más eficaz.
• Por parte de los operadores y autoridades de transporte público, la ampliación de servicios y la mejora de su calidad son las medidas de atracción (pull) más eficientes y las que deberían recibir más financiación pública.
• Se puede lograr una mayor inclusión social mediante tarifas sociales y asequibles, en lugar de poner en marcha una iniciativa de transporte público totalmente gratuito.
• Las tarifas gratuitas pueden utilizarse como herramienta de marketing para períodos específicos o acontecimientos concretos.

Conclusiones similares se extraen de experiencias puestas en prácticas en ciudades como Panbianice, en Polonia, en la que desde 2019 se ha implantado la gratuidad del transporte público únicamente a los residentes propietarios de un vehículo privado.

Es decir, el colectivo principalmente responsable de los problemas de congestión y emisiones, cuyas consecuencias influyen a todos por igual, es quien recibe el beneficio del transporte público gratuito.

Adicionalmente, no se ha observado que esta medida, tomada de manera independiente a una política global de fomento del transporte público, haya redundado en un traspaso modal de conductores al transporte público colectivo.

Estos ejemplos, y el estudio de UTIP, recuerdan la necesidad de que las autoridades urbanísticas usen los instrumentos de análisis adecuados, con una visión transversal, para poder desarrollar estrategias que evolucionen hacia un sistema urbano y de transporte más respetuoso con el medio ambiente y socialmente más justo.