El vehículo autónomo en las carreteras: cada vez más cerca

El vehículo autónomo es capaz de desplazarse por sí mismo, sin la interacción del conductor, respetando las señales y normas de tráfico, pudiendo tomar decisiones en función de todo aquello que le rodea y pudiendo calcular de nuevo la ruta hacia su destino ante cualquier imprevisto durante el viaje. La automatización se está produciendo en diferentes tipos de vehículos, no solo en coches o autobuses, sino también en trenes o embarcaciones.

Se espera que la conducción autónoma revolucione el tráfico rodado mitigando las externalidades actuales, especialmente al reducir los accidentes (el factor humano se considera el responsable del 90% de los accidentes de tráfico), reducir la contaminación y la congestión (al ser el vehículo autónomo más eficiente en la conducción). Además, el coche autónomo puede contribuir a una movilidad más inclusiva, haciendo posible que personas que no pueden conducir (algunas personas de edad avanzada o con discapacidad, menores o personas sin carné) puedan desplazarse en estos vehículos sin necesidad de depender de otra persona.

A pesar de estas ventajas, existen aún muchas dudas y desafíos a superar, ya que la operación de los vehículos autónomos implica no solo el desarrollo de los vehículos sino también el desarrollo de todo el entorno de conducción (infraestructura digital y física, conectadas entre sí y con el vehículo), así como la consideración de un gran abanico de aspectos éticos, regulatorios y socio-económicos a tener en cuenta.

La Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030 del MITMA incluye una línea de actuación centrada en la automatización del transporte y el impulso a vehículos conectados y autónomos, dentro del Eje 5 de Movilidad Inteligente. En particular, se propone:

• Avanzar en el diseño de una Hoja de Ruta para el impulso del vehículo autónomo, que será desarrollada en el seno de un grupo interministerial que partirá de un “mapa” de las normas y estándares existentes que afectan al vehículo autónomo, con identificación de las autoridades competentes.
• Caracterizar las carreteras estatales en función de su idoneidad para ser testadas para la conducción autónoma y conectada.
• Analizar la creación de un sandbox regulatorio o entorno seguro desde el punto de vista de la regulación, en el que puedan probarse innovaciones tecnológicas antes de su llegada al mercado, bajo estricto seguimiento de las autoridades y con máximas garantías para los participantes.

Se trata de medidas concretas para los próximos años que ayudarán al desarrollo a largo plazo de la conducción autónoma. Y es que aunque pasarán muchos años, incluso décadas, hasta ver vehículos autónomos operando masivamente en las calles, los vehículos autónomos son ya una realidad tangible en algunas partes del mundo.

Así, por ejemplo, en Guangzhou, una ciudad al sur de China, acaban de desplegar taxis autónomos como parte de una nueva plataforma MaaS de conducción autónoma multimodal que proporciona servicios de transporte urbano impulsados por IA en la ciudad. Empezando con una flota de más de 40 vehículos autónomos, se han desplegado cinco modelos diferentes: Robotaxi, Robobus, Apolong, Apollocop y New Species Vehicle.

En Alemania, principal productor automovilístico de Europa está avanzando en la regulación de la conducción autónoma. Así, el Gobierno Federal ha desarrollado un borrador de ley para introducir vehículos autónomos de Nivel 4 en áreas operativas concretas de la red de carreteras. Desde el Gobierno Federal se defiende que este marco regulatorio ofrecerá a Alemania la oportunidad de avanzar en la investigación y el desarrollo y de hacer que la movilidad del futuro sea más versátil, más segura, más respetuosa con el medio ambiente y más orientada al usuario. Numerosos fabricantes de vehículos alemanes aprovecharán este marco regulatorio para acelerar la investigación en el campo y seguir posicionándose estratégicamente en el

En nuestro país, también se ha avanzado recientemente en la puesta en marcha de vehículos autónomos, en particular, de autobuses autónomos. El pasado mes de febrero, se puso en circulación un autobús autónomo cero emisiones en las calles de Málaga. Es la primera vez en Europa que un vehículo de alta capacidad -hasta 60 pasajeros- entra en servicio en situación de tráfico real en una ciudad. El autobús circulará en fase de pruebas durante un mes, realizando el trayecto desde el Ayuntamiento de Málaga hasta el puerto, y los pasajeros que quieran probar el funcionamiento podrán reservar su plaza a través de una aplicación. Aunque la conducción es autónoma, durante las pruebas habrá siempre un conductor para revisar la operativa. El autobús es fruto de un proyecto financiado por el CDTI, en el que han participado Avanza (operador), Irizar (fabricante), Datik (gestión de datos), Tecnalia (gestor técnico), Extralux (infraestructura y software), Masermic (tecnologias electrónicas de posicionamiento), Insitu (tecnología de escaner, láser y georradar), Novadays (consultora) y varias universidades.

Esta experiencia se suma a la lanzada por Alsa el pasado mes de octubre para el transporte colectivo en microautobuses en el campus de la Universidad Autónoma de Madrid, con un recorrido circular de 3,7 km de longitud y con siete paradas en las principales instalaciones del campus.