El fomento de la bicicleta contribuye muy positivamente a lograr un modelo de ciudad más amable, eficiente y competitiva, siempre que esto se lleve a cabo de forma coordinada e inclusiva con todas las alternativas de movilidad y todos los usuarios de la vía.
Para lograrlo, es necesario incidir en dos aspectos. Por una parte, se hace necesaria una regulación de la actividad ciclista clara y homogénea, no sólo en lo referente a normas de circulación, sino también respecto a infraestructuras y equipamiento. Y por otro, fomentar la formación, comunicación y concienciación en movilidad ciclista. El objetivo final de todas estas acciones debe ser la garantía de la seguridad de todos los usuarios que conviven en el uso del espacio público.
Las actuaciones encaminadas a mejorar la seguridad vial de los usuarios de la bicicleta deben abordar una doble vertiente. Por un lado, la situación de estos como usuarios vulnerables frente a los vehículos de motor, y por otro su situación frente a usuarios aún más vulnerables, como peatones y personas con movilidad reducida. Además, deben conseguir incrementar tanto la seguridad objetiva de los usuarios como la sensación subjetiva de seguridad percibida por estos.
En aras de la seguridad vial, se considera conveniente promocionar y concienciar en el uso del equipamiento adecuado y de dispositivos de seguridad activa, así como que los usuarios dispongan de conocimientos básicos en circulación ciclista y en la forma de actuar en caso de incidente o accidente con la bicicleta, desde reparaciones básicas a primeros auxilios.
El uso de las nuevas tecnologías puede ser una herramienta muy útil para disponer de datos actualizados y fiables sobre incidentes y accidentes ciclistas, así como de los hábitos de circulación de los usuarios ciclistas, incluso en tiempo real.
Ante el auge de la movilidad sostenible y segura, están apareciendo en las ciudades nuevas necesidades de transporte, tanto de personas y como de mercancías, que reclaman una adecuación de las normativas aplicables. Actualmente existe una gran heterogeneidad en el marco normativo de la bicicleta entre las diferentes administraciones competentes en esta materia, principalmente en el ámbito urbano, lo que repercute negativamente en la seguridad jurídica de los usuarios.
El aumento del uso de la bicicleta también tiene consecuencias negativas a combatir, como el incremento de actos delictivos relacionados con la bicicleta. Se ha detectado un incremento en el número de robos que ha generado un mercado negro de bicicletas. El BiciRegistro es un sistema que ha demostrado su eficacia para combatir el incremento de actos delictivos y el mercado negro de bicicletas..
Por último, se considera conveniente fomentar la protección jurídica de los ciclistas, difundiendo las distintas fórmulas alternativas que existen para la cobertura de sus riesgos.
Garantizar la seguridad de los usuarios más vulnerables de la vía (peatones, personas con movilidad reducida, o bicicletas, entre otros).
Concienciar a los ciclistas sobre sus riesgos como usuarios vulnerables, así como sobre los riesgos que ellos mismos suponen para otros.
Promocionar el uso de dispositivos de seguridad activa y protecciones (por ejemplo, luces, ropa reflectante o casco).
Desarrollar nuevos sistemas de seguridad que reduzcan el riesgo de accidentes.
Disponer de análisis de movilidad y seguridad ciclista sobre datos fiables, abiertos y enriquecidos (georreferenciados, etiquetados, etc.).
Formar a los ciclistas en circulación segura, habilidades sobre bicicleta, mecánica básica y primeros auxilios.
Fomentar un comportamiento cívico y empático entre ciclistas, conductores, motoristas y peatones.
Uniformizar el enfoque a la bicicleta en las normativas estatales, autonómicas y locales.
Regular a los ciclistas como usuarios vulnerables de la vía, y con criterios específicos en su circulación.
Permitir en la regulación la circulación de bicicletas para el transporte infantil y de mercancías.
Extender el BiciRegistro como medio contra el robo, y para otros usos administrativos (seguros, compra-venta, etc.).
Extender la protección jurídica de los ciclistas para la cobertura de riesgos de responsabilidad civil y robo.
Mediante las acciones incluidas en este bloque se pretende reducir la accidentalidad ciclista, de modo que se garantice un uso seguro de la bicicleta, y que así sea percibido por los ciclistas y por otros usuarios de la vía.
Este bloque de acciones tiene como propósito disponer de un cuerpo normativo que trate adecuadamente la actividad ciclista, de modo que exista una regulación clara que ofrezca garantías y favorezca un uso generalizado de la bicicleta.
El registro general de bicicletas tiene como propósito administrar de modo eficiente la propiedad de bicicletas y su transferencia, dificultando así el tráfico ilegal y el robo y facilitando su recuperación.
A partir del actual BiciRegistro, impulsado por la Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB), este registro ofrece un nuevo sistema extendido a nivel nacional, accesible de manera controlada por los propietarios, entidades locales, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, gestorías, establecimientos de compraventa o comercios, entro otros.
Este bloque incluye las siguientes acciones:
Este bloque de acciones tiene como propósito promover y facilitar la cobertura de riesgos de los ciclistas, tanto personales (daños a terceros, responsabilidad, etc.), como de sus vehículos (robo, daños, etc.), ofreciendo a los ciclistas soluciones para la cobertura de sus riesgos, y sobre los daños que estos puedan provocar, sin desincentivar o crear barreras para la generalización del uso de la bicicleta.
Este bloque incluye las siguientes acciones: